Categoría: Conjuntos Habitacionales
Región: México
Año: 1976
Ubicación: CDMX, MÉXICO
M2 Construcción: 17,500 m2
M2 Terreno: 2,375,000 m2
Áreas Involucradas: Arquitectura

Colaboradores:
LEGORRETA^®
Ricardo Legorreta
Carlos Vargas Sr
Noé Castro
Pedro Sánchez de Movellán
Carlos Hernandez Brito

Consultores:

Diseño Estructural: G.H.I. Dirac
Diseño Electrico: Francisco Garza Maldonado
Diseño Mecanico: Laboratorios Liac, S.A.

Fotógrafo:

Julius Shulman  
​© Colección Legorreta


La unidad de El Rosario está en un terreno que tiene superficie de 2,375,000 m2. Representa un caso especial dentro de la Ciudad de México ya que es, si no el único, uno de los pocos terrenos con estas dimensiones enclavado dentro de la zona urbana. Este lugar tiene condiciones particulares; aunque se puede pensar que los medios de comunicación y servicios fueron resueltos, se presentan condiciones peligrosas y ambiguas ya sean sociales, culturales o económicas. El objetivo principal de los habitantes de El Rosario es tener una vida con todas las ventajas de una concentración urbana, pero tratar de eliminar las desventajas creando cuadras que tienen su propia personalidad, ambiente y características que proveen una identificación familiar e individual así como contacto personal entre vecinos y residentes de estos mismos, sin la impersonalidad de la vida urbana con todas las consecuencias conocidas. Para poder lograr este objetivo, la estructura urbana está basada en la creación de una columna vertebral de alta densidad en donde se encuentra la atracción principal y centros de actividad de la unidad, éstos siendo comercio, recreación, cultura, etc. Por consecuencia, la estructura del movimiento de carros y camiones se deja en la periferia de esta columna vertebral y siendo prácticamente una circulación de servicio y no una avenida principal. Este esquema ha creado algunos valles de baja densidad que son atravesados por el sistema principal de calles públicas y van incrementando en altura y densidad hasta que llegan a la columna vertebral. Esto crea no sólo un sistema natural de calles públicas, sino también una estructura urbana visual y al mismo tiempo provee una integración con zonas adyacentes basadas en las áreas de baja densidad y áreas rentables enclavadas en estas zonas. El concepto básico del espacio abierto ha sido no solamente la iluminación y apariencia de las residencias, sino también la intención de ser espacios urbanos disfrutados actualmente por los habitantes de todos los niveles sociales, variando desde actividades en la calle hasta las plazas de los cuartos y las diferentes actividades desarrolladas a lo largo de los caminos en la columna vertebral. Espacios verdes se han localizado de tal manera para obtener un balance en todas las áreas, con excepción del parque principal; mantienen una distribución balanceada en la unidad.