BIBLIOTECA CENTRAL DE SAN ANTONIO | PROYECTOS | Legorreta Arquitectos
BIBLIOTECA CENTRAL DE SAN ANTONIO

Categoría: Instituciones
Región: Norte América
Año: 1995
Ubicación: SAN ANTONIO, TEXAS, E.U.A.
M2 Construcción: 22,300 m2
Áreas Involucradas: Arquitectura, Diseño de Interiores

Colaboradores:
LEGORRETA®
Ricardo Legorreta
Víctor Legorreta
Noé Castro
Miguel Almaraz
Gerardo Alonso
Adriana Olmedo

Arquitectos Asociados:

Arquitecto Ejecutivo Johnson - Dempsey & Assoc.
Arquitecto Asociado Davis Sprinkle & Robey Architects

Consultores:

Contratista General H.A. Loot, Inc.
Gerente de Proyecto 3d International
Ingeniero Estructural Danish-Lundy-Pinnell
Ingeniero MEP Goetting & Assoc.

Fotógrafo:

Lourdes Legorreta
Ma. Dolores Robles - Martínez 

Premios y Reconocimientos:
1995 “Imagineer Award” otorgado por The Mind Science Foundation


La ciudad de San Antonio solicitó un edificio que la comunidad pudiera sentir como propio El programa requería la más avanzada tecnología para el acceso a la información. El reto del diseño era lograr una arquitectura identificable como un edificio público y que a la vez integrara las funciones de una biblioteca. La capacidad de la biblioteca ha sido doblada en 21,000 m2, con espacio para 750,000 libros. La geometría de cubos rotados y perforados del edificio fue determinada por la forma necesaria para hacer ver la biblioteca sobre el terreno como un edificio amigable e invitador. Pintados de morado o de amarillo, las terrazas del tercer piso crean espacios escultóricos e invitan a la gente al exterior. El exterior es “un mundo maravilloso de formas, ángulos y accesos creando un juego entre luz y sombra“. El área está distribuida sobre siete niveles, uno de los cuales es subterráneo. La masa principal es un sólido de seis niveles circundando un atrio amarillo que sirve como punto focal. Algunas terrazas fueron acentuadas con grandes figuras geométricas, muros acústicos triangulares y rectangulares Otra terraza en el oeste está bordeada por una acequia ligeramente elevada que desborda agua a una fuente circular. Bajo esta acequia nace una arboleda de palmeras. Todos los muros exteriores fueron acabados en aplanado acrílico mientras que a nivel de calle, un rodapié de piedra da escala humana al edificio. Mezclando luz con sombras y figuras geométricas se consiguió dar al edificio un aura de misterio. La meta de este proyecto fue que los visitantes pudieran descubrir algo nuevo en cada visita.



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